Oraciones vespertinas

Última actualización:

Priscilla Hope

Tiempo estimado de lectura: 7 minutos

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Estas son las Oraciones Vespertinas, que puedes leer tranquilamente, para traer la bendición de Dios a tu descanso nocturno.
A continuación puedes leer el Santo de este día.

Santa Maria Goretti

Santa María Goretti

Tipología: Virgen y mártir

Date: 2024-07-06

El 16 de octubre de 1890, en Corinaldo, la tercera hija, María, vino a alegrar con sus lamentos a la pobre y trabajadora familia Goretti. Recibió una educación buena y cristiana de unos padres ejemplares...

Acto de dolor

Dios mío, me arrepiento y me aflijo de todo corazón por mis pecados, porque pecando he merecido tus castigos, y mucho más porque te he ofendido a ti, infinitamente bueno y digno de ser amado sobre todas las cosas.
Propongo con tu santa ayuda no volver a ofenderte y huir de las ocasiones cercanas de pecado. Señor, misericordia, perdóname.

Ángel de Dios

Ángel de Dios, que eres mi guardián, ilumina, guarda, rige y gobierna a quien te fue confiado por la misericordia celestial. Amén.

Salve Regina

Salve, Reina, madre de misericordia; vida, dulzura y esperanza nuestra, salve.
A ti nos dirigimos, desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, llorando y gimiendo en este valle de lágrimas.
Por eso, abogado nuestro, vuelve sobre nosotros esos ojos tuyos tan misericordiosos.
Y muéstranos, después de este destierro, a Jesús, el fruto bendito de tu vientre.
Oh misericordiosa, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

Confiteor

Confieso a Dios todopoderoso y a vosotros, hermanos, que he pecado mucho en pensamiento, palabra, obra y omisión: por mi culpa, por mi gravísima culpa.
Y suplico a la bienaventurada siempre Virgen María, a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que roguéis por mí al Señor Dios nuestro. Amén.

Ave María

Dios te salve, oh María, llena eres de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Padre nuestro

Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino;
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal.
Amén.

Gloria

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era al principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.

Creo que

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesús Cristo, Hijo unigénito de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma sustancia que el Padre; por él fueron creadas todas las cosas.
Por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó en el seno de la Virgen María y se hizo hombre.
Fue crucificado por nosotros bajo Poncio Pilato, murió y fue sepultado.
Al tercer día resucitó, según las Escrituras, subió al cielo, está sentado a la derecha del Padre.
Y de nuevo vendrá, glorioso, a juzgar a vivos y muertos, y su reinado no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, que es Señor y da vida, y procede del Padre y del Hijo.
Con el Padre y el Hijo es adorado y glorificado, y ha hablado por medio de los profetas.
Creo en la Iglesia, una, santa, católica y apostólica.
Profeso un bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo venidero.
Amén.

Jesús, José y María

Jesús, José y María, os doy mi corazón y mi alma; Jesús, José y María, asistidme en mi agonía final;
Jesús, José y María, que mi alma parta en paz con vosotros.

Descanso eterno

Concédeles, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz perpetua.
Descanse en paz.
Amén.

Al final del día

Al final del día, te damos las gracias, Señor, por todos los beneficios que hemos recibido.
Perdona todos nuestros pecados y concédenos una noche tranquila.
Amén.

Oh Jesús de amor ardiente

Oh Jesús de amor ardiente, ¡si nunca te hubiera ofendido!
Oh mi querido y buen Jesús, por tu santa gracia, no quiero ofenderte más, ni disgustarte nunca más, pues te amo sobre todas las cosas.
Jesús mío, misericordia, perdóname.

Angelus

El Ángel del Señor se lo anunció a María,

  • Y concibió por obra del Espíritu Santo.
    Ave María...
    Aquí está la sierva del Señor.
  • Hágase en mí según tu palabra.
    Ave María...
    Y el Verbo se hizo carne.
  • Y vino a habitar entre nosotros.
    Ave María...
    Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
  • Porque somos hechos dignos de las promesas de Cristo.
    Recemos:
    Infunde, oh Padre, tu gracia en nuestro espíritu; tú, que en el anuncio del ángel nos revelaste la encarnación de tu Hijo, por su pasión y su cruz condúcenos a la gloria de la resurrección. Por Cristo, Señor nuestro. Amén.

Para sufragar a las almas del purgatorio

Padre Eterno, por las purísimas manos de María, ofrezco la Preciosa Sangre de Jesús para sufragar a las almas del purgatorio y por la conversión de los pecadores.
Amén.

Jesucristo, aún hoy he experimentado indiferencia a mi alrededor

Cristo Jesús, aún hoy he experimentado la indiferencia a mi alrededor. Ayúdame a no desanimarme y a no caer en el mismo error. Concédeme ser siempre testigo de tu amor. Amén.

Visita, oh Padre

Visita, oh Padre, nuestra casa y aleja de ella las asechanzas del enemigo; que tus santos ángeles vengan a mantenernos en paz, y que tu bendición permanezca siempre con nosotros. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración de acción de gracias

Te doy gracias, Señor, por todos los beneficios que nos has concedido. Te pido que sigas bendiciéndonos y protegiéndonos, para que vivamos siempre en tu gracia. Amén.

Rezar con alegría

Señor, te doy gracias por la alegría que me has dado hoy. Ayúdame a compartir esta alegría con los demás y a llevar tu amor donde sea necesario. Amén.

Oración de alabanza

Te alabo y te bendigo, Señor, por tu grandeza y tu misericordia. A ti, todopoderoso y eterno, vayan por siempre mis alabanzas. Amén.

Familia Magnificat

Mi alma engrandece al Señor y mi espíritu exulta en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su siervo. En adelante todas las generaciones me llamarán bienaventurado. Grandes cosas ha hecho en mí el Todopoderoso, y santo es su nombre. De generación en generación se extiende su misericordia sobre los que le temen. Ha desplegado el poder de su brazo, ha dispersado a los soberbios en los pensamientos de su corazón; ha derribado a los poderosos de sus tronos, ha enaltecido a los humildes; ha colmado de bienes a los hambrientos, ha enviado a los ricos con las manos vacías. Ha socorrido a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia, como prometió a nuestros padres, Abraham y su descendencia, para siempre.

Oración familiar a Dios Padre

Padre Santo, fuente de todo bien, te damos gracias por nuestra familia. Te pedimos que nos bendigas, nos protejas y nos guíes siempre en tu camino. Concédenos vivir en amor y armonía, y recibir con gratitud los dones que nos das. Amén.

Súplica a la Santísima Virgen María

Oh María, Madre de Dios y Madre nuestra, nos dirigimos a ti con confíe en. Imploramos tu intercesión ante tu Hijo Jesús, para que nos conceda las gracias necesarias para vivir santamente. Ayúdanos a ser siempre fieles a la voluntad de Dios. Amén.

Letanías vespertinas

Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, misericordia. Cristo, misericordia.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Padre que estás en los cielos, Dios, ten piedad de nosotros.
Hijo, Redentor del mundo, Dios, ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo, Dios, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Santa María, ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios, ruega por nosotros.
Santa Virgen de las vírgenes, ruega por nosotros.
Madre de Cristo, ruega por nosotros.
Madre de la Iglesia, ruega por nosotros.

De Profundis

Desde las profundidades clamo a ti, Señor;
Señor, escucha mi voz.
Que tus oídos estén atentos
a la voz de mi súplica.
Si consideras las faltas, Señor,
Señor, ¿quién puede subsistir?
Pero contigo está el perdón:
para que tengamos tu miedo.
Espero, Señor,
espera mi alma,
Espero su palabra.
Mi alma se ha vuelto al Señor
más que centinelas al amanecer.
Más que centinelas al amanecer,
Israel espera al Señor,
porque con el Señor está la misericordia
y grande con él es la redención.
Redimirá a Israel
de todos sus defectos.

Oración al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo,
envíanos desde el cielo
un rayo de tu luz.
Ven, padre de los pobres,
ven, dador de dones,
ven, luz de los corazones.
Consolador perfecto,
dulce huésped del alma,
dulce alivio.
En caso de fatiga, descansar,
en el calor, refugio,
en el llanto, el consuelo.
Oh bendita luz,
invaden tu ser más íntimo
los corazones de tus fieles.
Sin tu fuerza,
nada hay en el hombre,
nada está libre de culpa.
Lava lo sórdido,
riega lo árido,
curar lo que sangra.
Dobla lo que es rígido,
calienta lo que está helado,
Endereza lo que está descarriado.
Da a tus fieles,
que confían sólo en ti,
tus santos dones.
Da virtud y recompensa,
da la santa muerte,
da la alegría eterna. Amén.

Oración por los padres

Señor, bendice a mis padres. Dales salud, paz y alegría. Haz que estén siempre unidos en tu amor y que me eduquen según tu voluntad. Amén.

Oración de la noche

Oh Señor, vela por nosotros esta noche. Protégenos de todo mal y concédenos un descanso tranquilo. Concédenos que, al despertar, te alabemos y te demos gracias por el nuevo día que nos regalas. Amén.

Oración a San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla; sé nuestro apoyo contra las asechanzas y maldades del demonio. Que Dios ejerza su dominio sobre él, te lo suplicamos. Y tú, oh Príncipe de la milicia celestial, con el poder divino, devuelve al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para perder las almas. Amén.

Oración a San José

A ti, oh bienaventurado José, acuciados por la tribulación nos dirigimos, e invocamos confiadamente tu patrocinio junto con el de tu santísima Esposa. Por el sagrado vínculo de caridad que te unió a la Inmaculada Virgen Madre de Dios, y por el amor paterno que profesaste al niño Jesús, mira, te suplicamos, con benigna mirada la querida herencia que Jesucristo compró con su sangre, y con tu poder y ayuda socorre nuestras necesidades. Protege, oh providente guardián de la divina Familia, a la prole elegida de Jesucristo; destierra de nosotros, oh Padre amado, los errores y vicios que corrompen al mundo; ayúdanos propicio desde el cielo en esta lucha contra el poder de las tinieblas, oh nuestro más fuerte protector; y así como una vez salvaste de la muerte la vida amenazada del niño Jesús, defiende ahora a la santa Iglesia de Dios de las asechanzas hostiles y de todas las adversidades; y cubre a cada uno de nosotros con tu patrocinio, para que con tu ejemplo y socorro vivamos virtuosamente, muramos piadosamente y alcancemos la bienaventuranza eterna en el cielo. Amén.

Oración al Padre Pío

Oh glorioso Padre Pío, que en vida diste testimonio del gran amor de Dios con tu sufrimiento y entrega, intercede por nosotros ante el Señor. Obtén para nosotros las gracias que necesitamos y ayúdanos a vivir según la voluntad de Dios, amando y sirviendo al prójimo. Amén.

Cómo prepararse para la oración de la tarde

  1. Encuentre un momento de quietudElección de un momento tranquilo por la noche, a ser posible antes de acostarse, en el que pueda dedicarse a la oración sin distracciones.
  2. Crear un entorno favorableElige un lugar de la casa en el que te sientas cómodo y que favorezca el recogimiento. También puedes encender una vela o utilizar un icono sagrado para crear una atmósfera espiritual.
  3. Hacer examen de concienciaAntes de empezar la oración, dedica unos minutos a reflexionar sobre el día. Da gracias por los dones recibidos, reconoce tus carencias y pide perdón por los errores que hayas cometido.
  4. Relájese y respire profundamenteSiéntate cómodamente o arrodíllate, cierra los ojos y respira hondo unas cuantas veces para calmar la mente y el cuerpo, favoreciendo la concentración en la oración.
  5. Empieza con un signo de devociónPuedes comenzar la oración haciendo la señal de la cruz u otro gesto sagrado según tu tradición religiosa, para indicar que entras en un momento de comunión con Dios.
  6. Expresar gratitudComienza tu oración dando gracias a Dios por las gracias recibidas durante el día, por las personas que quieres y por todas las bendiciones de la vida.
  7. Confía tus preocupaciones a DiosLleva ante Dios tus preocupaciones, los retos a los que te enfrentas y las personas que necesitan ayuda. Pídele Su apoyo y Su guía.
  8. Concluir con una petición de bendición.Termina tu oración pidiendo a Dios que bendiga tu descanso nocturno y que te acompañe siempre con su presencia amorosa.

Créditos y fuentes

Priscilla Hope

Experta en Religión, principalmente cristiana, le encanta el mundo de los Sueños y el Estilo de Vida, con pasión por los Mitos y las Leyendas.

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